7. La descentralización y el "homeschooling"
Como veis en el título, en el post de hoy os voy a hablar de dos temas que pueden ser motivo de debate a día de hoy, ya que ambos contemplan tanto ventajas como desventajas.
En primer lugar vamos a hablar de la descentralización educativa, ya que considero que puede ser una buena opción si se llevase a cabo de manera adecuada. Con esto quiero decir que se ha demostrado que descentralizar la educación tiene múltiples beneficios para los alumnos, y también para los profesores y centros educativos. Por un lado, para los alumnos supone una mejora en la adquisición de determinados contenidos que puedan estar relacionados con su comunicad autónoma, localidad o centro educativo, de tal forma que les sea más fácil y ameno aprender los contenidos si pueden verlos reflejados o ejemplificados en el área geográfica en el que viven o estudian. Por ejemplo, y aquí hablo desde mi propia experiencia y la de mis compañeros, para los alumnos será más fácil aprender el arte románico si viven en la provincia de Palencia y pueden hacer una visita al Románico Palentino y aplicar lo que han aprendido en el aula.
Por otro lado, esta descentralización también permitiría que los profesores tuviesen más libertad para adaptar el currículo educativo a las necesidades del centro, evitando depender en todo momento del Estado para explotar los recursos de los que disponga el centro en el que ejerzan su función docente. No obstante, esto es un arma de doble filo, ya que si se otorga la libertad de adaptar los contenidos a las Comunidades Autónomas puede ocurrir que unas comunidades estén en desventaja con otras en el sentido de que los contenidos sean menos y de menor relevancia, o, como ya hemos visto a lo largo de la historia con el caso de los nacionalismos, puede que se utilice la educación con otros fines no educativos.
En lo que respecta a la educación en casa o homeschooling, creo que, aunque pueda tener ventajas y desventajas, debería ser una opción educativa legal en España, al igual que ya lo es en muchos otros países que lo consideran una opción tan lícita como la educación escolar. Sin embargo, este proceso de legalización no es tan sencillo y, quizás sea una de las razones por las que a día de hoy aún no sea una realidad en nuestro país. Entre las dificultades que plantea su implantación está la de regular que los padres tengan unos estudios o unos conocimientos que acrediten que pueden llevar a cabo la tarea de enseñanza de sus hijos (por ejemplo, mediante la realización de un examen), y la de comprobar que los niños adquieren las competencias y los conocimientos básicos que les corresponda según su nivel educativo (por ejemplo, mediante la realización de exámenes iguales a los de aquellos alumnos de enseñanza escolar).
Más allá de estas dificultades, creo que es un sistema que, bien planteado, puede tener muchas ventajas para los niños. En primer lugar, se trata de una forma más innovadora de aprender, los contenidos pueden adaptarse a los intereses del niño y, por lo tanto, se implican más en aprender. A esto hay que sumarle que pueden relacionar los contenidos educativos con aspectos de su vida cotidiana, ya que no solo se forman en las asignaturas habituales del currículo, sino que tienen tiempo para ser educados en otros ámbitos que son igual de necesarios, como es el caso de las labores domésticas. En segundo lugar, hay más flexibilidad horaria, lo que puede permitir que los niños no tengan un horario limitado y no lo vean como una obligación rutinaria, sino que pueden aprender en cualquier momento y lugar. Por otro lado, creo que otro de los puntos fuertes del homeschooling es que los niños reciben una atención más personalizada e individualizada que les permite, por ejemplo, dedicar más tiempo a aquellos contenidos que les resultan más difíciles y menos a aquellos que aprenden con facilidad. Finalmente, desde el punto de vista de la relación padre-hijo, este método permite estrechar los lazos familiares y, de este modo, crecer en valores.
Antes he hablado de dificultades, pero no de desventajas. Por eso voy a dedicar este último párrafo a hablar de los que creo que son los puntos débiles dentro de la educación en casa. Creo que la primera desventaja tiene que ver con la economía familiar: hay familias que no se pueden permitir este tipo de educación porque tienen que trabajar para mantener a la familia y, por lo tanto, no disponen del tiempo necesario para llevar a cabo de manera efectiva la educación de sus hijos; y hay familias cuyos salarios no les permite dejar la educación de sus hijos a cargo de un profesional que realice sus funciones. Por otro lado, poniéndonos en el lugar de los niños, puede resultar una desventaja para ellos el hecho de que no tengan contacto con otras formas de pensar más allá de las de sus padres. En relación con esta idea está la de que, al no tener referentes externos, los padres no puedan comparar el progreso de sus hijos con otros niños. Por último, también se podría pensar que los niños socializan menos con otros niños de su edad, perdiendo la oportunidad de aprender a trabajar en grupo (aunque los padres que educan en casa también llevan a sus hijos a actividades extraescolares).
En el vídeo "Cuando la casa se convierte en escuela", que vimos en clase, tenemos un buen ejemplo de homeschooling, en el que una madre enseña a unos hijos motivados y con ganas y gusto por aprender.
Por otro lado, esta descentralización también permitiría que los profesores tuviesen más libertad para adaptar el currículo educativo a las necesidades del centro, evitando depender en todo momento del Estado para explotar los recursos de los que disponga el centro en el que ejerzan su función docente. No obstante, esto es un arma de doble filo, ya que si se otorga la libertad de adaptar los contenidos a las Comunidades Autónomas puede ocurrir que unas comunidades estén en desventaja con otras en el sentido de que los contenidos sean menos y de menor relevancia, o, como ya hemos visto a lo largo de la historia con el caso de los nacionalismos, puede que se utilice la educación con otros fines no educativos.
Más allá de estas dificultades, creo que es un sistema que, bien planteado, puede tener muchas ventajas para los niños. En primer lugar, se trata de una forma más innovadora de aprender, los contenidos pueden adaptarse a los intereses del niño y, por lo tanto, se implican más en aprender. A esto hay que sumarle que pueden relacionar los contenidos educativos con aspectos de su vida cotidiana, ya que no solo se forman en las asignaturas habituales del currículo, sino que tienen tiempo para ser educados en otros ámbitos que son igual de necesarios, como es el caso de las labores domésticas. En segundo lugar, hay más flexibilidad horaria, lo que puede permitir que los niños no tengan un horario limitado y no lo vean como una obligación rutinaria, sino que pueden aprender en cualquier momento y lugar. Por otro lado, creo que otro de los puntos fuertes del homeschooling es que los niños reciben una atención más personalizada e individualizada que les permite, por ejemplo, dedicar más tiempo a aquellos contenidos que les resultan más difíciles y menos a aquellos que aprenden con facilidad. Finalmente, desde el punto de vista de la relación padre-hijo, este método permite estrechar los lazos familiares y, de este modo, crecer en valores.
Antes he hablado de dificultades, pero no de desventajas. Por eso voy a dedicar este último párrafo a hablar de los que creo que son los puntos débiles dentro de la educación en casa. Creo que la primera desventaja tiene que ver con la economía familiar: hay familias que no se pueden permitir este tipo de educación porque tienen que trabajar para mantener a la familia y, por lo tanto, no disponen del tiempo necesario para llevar a cabo de manera efectiva la educación de sus hijos; y hay familias cuyos salarios no les permite dejar la educación de sus hijos a cargo de un profesional que realice sus funciones. Por otro lado, poniéndonos en el lugar de los niños, puede resultar una desventaja para ellos el hecho de que no tengan contacto con otras formas de pensar más allá de las de sus padres. En relación con esta idea está la de que, al no tener referentes externos, los padres no puedan comparar el progreso de sus hijos con otros niños. Por último, también se podría pensar que los niños socializan menos con otros niños de su edad, perdiendo la oportunidad de aprender a trabajar en grupo (aunque los padres que educan en casa también llevan a sus hijos a actividades extraescolares).
En el vídeo "Cuando la casa se convierte en escuela", que vimos en clase, tenemos un buen ejemplo de homeschooling, en el que una madre enseña a unos hijos motivados y con ganas y gusto por aprender.
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